Cuando se inicia un proyecto, comienza un sueño en el que se han invertido horas de planificación, en el que se han volcado las esperanzas de una persona emprendedora. El servicio o producto que esa persona va a ofrecer va a ser expuesto en un escaparate virtual y/o real. A través de esa exposición pretenderá atraer a sus clientes.
Desde el comienzo de la humanidad se ha utilizado la representación gráfica para comunicar, aunque no es hasta el finales del siglo XIX cuando comienzan a construirse los cimientos del actual diseño gráfico.
Muchas teorías sitúan el diseño gráfico tal y como lo conocemos en el periodo de entreguerras. Es en la mítica y célebre escuela Bauhaus donde se creó las condiciones de una nueva profesión: el diseñador gráfico. Es en ese centro donde aparece la asignatura de Publicidad, Análisis de los medios de publicidad y Psicología de la publicidad. Así en 1922, Willian Addison Dwiggins define por primera vez el término ‘Diseñador Gráfico’.
En el diseño gráfico no solo se presta atención a los aspectos artísticos. El o la profesional del diseño gráfico tiene conocimientos adquiridos en diferentes centros educativos (facultad de Bellas Artes, Publicidad, Escuelas de Diseño Gráfico, etc.) durante años y que le permiten utilizar colores, tipografías y formas como herramientas para plasmar la esencia del producto o del proyecto que se intenta vender o comunicar. Los colores tienen asociadas una serie de emociones que son percibidas de forma inconsciente por el espectador. También la utilización del espacio, las líneas, los espacios en blanco suscitan determinados pensamientos o sentimientos de forma irracional. Esto se conoce gracias a los estudios psicológicos realizados durante años, a los estudios de mercado y a los análisis elaborados por diferentes escuelas de reconocido prestigio internacional.
Por tanto, el diseño gráfico va a ser la forma en la que tu producto o empresa se presente al mundo y no se debe dejar al azar ningún aspecto. El color, la tipografía, el contexto gráfico que emplees va llevar aparejado un mensaje que va a calar en el receptor. En este punto, debes preguntarte ¿Refleja tu ‘logotipo’ e imagen corporativa la personalidad de tu negocio? ¿Capta tu ‘escaparate’ virtual y/o real la atención del público al que quieres dirigirte? Solo un/a profesional del diseño gráfico puede dar respuesta a estas cuestiones.